Desde hace ya bastante tiempo he pensado que quería escribir algo en relación a mi profesión, a mi carrera, algo que pudiera no solo ayudarme a retroalimentar conceptos, quería que fuese un contenido que pudiese ser de utilidad para todos aquellos que estamos en el sector de la construcción.
Dicho lo anterior, solo quedaba una cosa por hacer: Escribir.
Ahora, la pregunta que suscito en mi cabeza fue la siguiente ¿Sobre qué?. Aunque no parezca evidente, me tomo un poco mas de un año el poder resolver esta duda, pensando en que tipo de aspectos podrían ser de interés no solo para mí, sino para aquellos que deseen brindar unos minutos de su tiempo en leer aquello que produzca en este espacio.
Después de mucho tiempo (y muchas tasas de café), decidí que el tema sobre el cual quisiera hablar a través de mis futuros escritos seria sobre nuestra norma colombiana de construcción sismorresistente, o mejor conocida como la NSR-10.
¿Por qué escribir sobre la NSR-10?
La razón es bastante sencilla (al menos a mi parecer), este texto, que se encuentra comprendido en 4 tomos, con 11 títulos (de la A a la K) brindan todas las recomendaciones y exigencias mínimas que deben satisfacer todas las edificaciones existentes en Colombia, no obstante, he tenido la oportunidad de ver como algunos profesionales que se desempeñan en el sector de la construcción, a pesar de que saben que existe esta norma, no tienen completa claridad de uno o varios aspectos de la misma, lo cual en ocasiones puede llegar a considerarse normal (estamos hablando de mas de 1865 paginas de contenido normativo), sin embargo, al mantener las dudas en el ámbito del oficio puede resultar perjudicial para todos los involucrados en un proyecto de construcción, remodelación, ampliación o reforzamiento, por solo mencionar algunos casos.
Algunos casos en los que he podido evidenciar la falta de conocimiento de la norma son los siguientes:
Planos estructurales creados por equipos de diseño, que carecen de detalles constructivos, y que muchas veces suelen justificar diciendo que esos puntos “deben solucionarse en obra”
Constructores e interventores que no realizan ensayos sobre los materiales utilizados (mortero, mampostería, acero, epóxico, etc)
Arquitectos e ingenieros que incluyen en sus proyectos la adición de elementos tales como sistemas de cielos rasos, divisiones y ventanas, sin tener la precaución de exigir el diseño sísmico de estos elementos.
Estudios de vulnerabilidad de edificaciones, en las cuales no se realiza una inspección suficiente del acero usado en elementos de concreto, ni de la cimentación.
Con lo anteriormente expuesto, decidí emprender en esta aventura de escribir una serie de artículos haciendo un recorrido por nuestra norma, que, como algunos de ustedes queridos lectores sabrán, está regida por la Ley 400 de 1997. Para lograrlo, decidí tener en cuenta las siguientes consideraciones:
El texto estará dirigido a todo el mundo, sean ingenieros, arquitectos, estudiantes o profesionales.
Los escritos deberán ser simples y concretos
No usare formulas en el contenido (salvo algunas sumas y restas de ser necesario)
Finalmente, debo aclarar que no pretendo declararme como un experto en el contenido de este texto (repito, son más de 1865 páginas), sin embargo, hare mi mejor esfuerzo por crear contenido que pueda ser de utilidad para todos ustedes. De igual manera, estaré siempre atento a recibir retroalimentación de su parte, con el animo de crear un contenido que sea de utilidad para todos los profesionales habidos y por haber.
Sin nada mas que decir, les doy la bienvenida a este pequeño proyecto.
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